No diré que no me duele, porque sería mentira. Pero ¿qué más da una mentira más? Ya me tienes acostrumbrada a ellas.
Vuestro fin se acerca
aquí viene, como una sombra.
Pudriendo los cimientos
de vuestros burdos castillos.
Usted, simple bastardo
con un padre de alta cuna
y como madre una simple ramera.
Niño con sangre sucia.
Apaleado y maltratado,
forjasteis vuestro corazón en tiñas.
Y sólo conseguisteis satisfaceros
escupiendo sobre otros rostros.
Vos, estúpida serpiente insensata,
lasciva e impaciente como pocas.
Dueña de pútridos abismos.
Maldito reptil cobarde.
Sí, coraje y honor es lo que os falta,
mas no astucia y ambición.
Engatusasteis a quien debíais.
Pero cometisteis un triste error:
Pensasteis que yo era vuestra,
que atada a una cuerda me teníais.
Pobre intento de hombre,
¡qué poco os faltó!
Vuestro fin se acerca
aquí viene, como una sombra.
Pudriendo los cimientos
de vuestros burdos castillos.
Usted, simple bastardo
con un padre de alta cuna
y como madre una simple ramera.
Niño con sangre sucia.
Apaleado y maltratado,
forjasteis vuestro corazón en tiñas.
Y sólo conseguisteis satisfaceros
escupiendo sobre otros rostros.
Vos, estúpida serpiente insensata,
lasciva e impaciente como pocas.
Dueña de pútridos abismos.
Maldito reptil cobarde.
Sí, coraje y honor es lo que os falta,
mas no astucia y ambición.
Engatusasteis a quien debíais.
Pero cometisteis un triste error:
Pensasteis que yo era vuestra,
que atada a una cuerda me teníais.
Pobre intento de hombre,
¡qué poco os faltó!
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