"I think it's time to blow this scene get everybody and the stuff together.
Ok, 3, 2, 1, let's jam."


sábado, 25 de agosto de 2012

Mira't, mira'm, mira'ns

Necessari: http://www.youtube.com/watch?v=4rTcwQT9kyQ

«Hòstia, això és absurd.»

Jo estic allà, sentada en mig de classe, mirant-vos. Sou ridículs, amb perdó.

Et miro, asseguda al meu costat, somrient com una ximpleta; mossegant la punta del llapis que no has arribat a utilitzar mai en aquesta matèria, i sobre tot, mirant aquell noi de davant. Et rius per totes i cada una de les tonteries que fa. Tornes a sospirar i et poses vermella ara que et mira. Desvies la mirada.

«Collons, no acabarem mai.»

T'acaba de fer una gracieta i el professor us ha renyat. Com si això fos el millor que pogués fer. «Genial, -penso mentre el miro malament- ets imbècil.»

I, com he suposat, comencen les mirades còmplices, les rialletes per sota el nas. Ell et mira a cua d'ull, et pica l'ullet i tu no saps on amagar-te de la vergonya. Somrius tímidament.

Deu meu, ets preciosa i no puc deixar d'observar-te.

-Què passa?- em mires desconcertada, encara nerviosa per culpa seva.

Ell ens mira els llavis, puc sentir-l'ho intentant desxifrar què diem. Em ric per dins, sentint-me dolenta.

-Ets preciosa, ho saps? -et xiuxiuejo a cau d'orella- I ell un imbècil per no vindre fins aquí i dir-t'ho. Les miradetes em cansen, ja ho saps.

Tu et poses encara més histèrica i casi tires el llapis. Jo ric, encantada de sentir-te murmurar un "calla't" tan vergonyós. Ell torna a cridar la teva atenció, no sé molt bé com, tampoc m'interessa. Segueixo clavant els ulls als teus.

Em despisto un moment, fixant-me amb melancolia en el sostre pàl·lid, en la molesta llum dels fosforescents que il·luminen el vostre idil·li d'amor. Somric, no es pot dir que estigui trista i al baixar els ulls em trobo amb uns que em miren fixament. Es un noi que no conec i que senyala frenèticament amb el cap al tros d'imbècil i a tu i somriu de costat, divertit.

I no sé com collons s'ho fot, però acabo responent-li negant amb el cap, fingint resignació. I ell ho veu i em mira com si sabés algun detall que a mi s'em escapava.

Però, de fet, no m'importa. Ja el descobriré, pot ser me l'ensenyarà ell. Ja ho veure'm.

No hi ha pressa, això m'agrada. Ell es torna a girar cap endavant, però abans de fer-ho m'ensenya el palmell de la mà on hi és escrit el seu nom.

Sona el timbre i torno la mirada cap a tu, que encara estàs mirant embadalida com recull les coses. I en aquell segon em prometo que no em passarà el mateix, així que m'aixeco i m'acosto a la taula d'aquell noi d'ulls verds.

S'em queda mirant i em torna a fer l'efecte que sap més del que demostra, espanto aquests pensaments i em llanço.

- Hola, jo em dic Cèlia.


Va, assumim-ho, els dies bons gairebé som invencibles!

viernes, 17 de agosto de 2012

If I don't make it back

A veces, la muerte pasa tan cerca que no puede evitar pensar que ella también se irá. Aunque no pueda tragar muy bien su mortalidad, sabe que, más temprano que tarde, sucumbirá.

No se ha atrevido nunca a contar a sus amigos sobre su salud. No le gusta, no quiere ver sus reacciones. No  discute los últimos pronósticos, pero no quiere creerlos.

Sabe perfectamente qué le pasa, lo sabe desde los doce años, cuando empezaron los desmayos y la palidez en su piel. Hace ya años que no puede disfrutar del verano, de su deporte favorito: no debe cansarse.

Ha empezado a parecerle graciosa su enfermedad, es casi irónico que un desamor pueda literalmente matarla. Así que empieza a evitar implicarse demasiado con los demás, porque es lo que le han recomendado. Recuerda las palabras cargadas de cinismo de su médico:

"Podrían matarte, ¿Sabes? Aquellos que tanto amas podrían acabar contigo. Tú más que ellos, debes evitar las decepciones. Y eso implica, ciertamente, evitar en parte las ilusiones. Ellas también son peligrosas. No debes dejar que nada te altere. Jamás."

"No podré disfrutar del amor, de una verdadera amistad. No podré afrontar los problemas. ¿Es eso lo que me está diciendo?"

"...Supongo que sí."

Más de una vez ha llorado por ello, con rabia y se ha prometido a si misma no hacer caso. Pero entonces su madre la frena, su sufrimiento hace que sus pies toquen de nuevo el suelo. Se preocupa. Nunca llora delante de ella, siempre se muestra fuerte y confiada, por eso es su persona favorita.Y eso hace que le duela aún más estar enferma.

Su propia fragilidad la derrumba. Siente como si su existencia fuera un puro trámite, cuando mira el calendario sólo quiere que los días pasen rápido. Pero no lo hacen y pasa las horas tumbada en su cama como un simple cuerpo inerte...¿Cómo decía esa frase...?

"Como un simple cuerpo inerte, que sólo respira, pero no siente."


martes, 14 de agosto de 2012

What is dead may never die

No diré que no me duele, porque sería mentira. Pero ¿qué más da una mentira más? Ya me tienes acostrumbrada a ellas.

Vuestro fin se acerca
aquí viene, como una sombra.
Pudriendo los cimientos
de vuestros burdos castillos.

Usted, simple bastardo
con un padre de alta cuna
y como madre una simple ramera.
Niño con sangre sucia.

Apaleado y maltratado,
forjasteis vuestro corazón en tiñas.
Y sólo conseguisteis satisfaceros
escupiendo sobre otros rostros.

Vos, estúpida serpiente insensata,
lasciva e impaciente como pocas.
Dueña de pútridos abismos.
Maldito reptil cobarde.

Sí, coraje y honor es lo que os falta,
mas no astucia y ambición.
Engatusasteis a quien debíais.
Pero cometisteis un triste error:

Pensasteis que yo era vuestra,
que atada a una cuerda me teníais.
Pobre intento de hombre,
¡qué poco os faltó!

miércoles, 8 de agosto de 2012

Homeless

Es estúpido que te eche de menos. No, en serio, lo es.

Es como cuando vas a por comida, aun sabiendo que la nevera está vacía. O cuando quieres irte a casa, aunque la fiesta aun no ha acabado y no puedes largarte.

Es añorar por añorar. Por el simple gusto, sin plantearte la posibilidad de controlarse a uno mismo.

Y por eso es estúpido: porque es irracional. Y es jodidamente tentador tumbarte en la cama observando la oscuridad de la habitación y perderte en alguna ensoñación.

Donde apoyo mi frente sobre la tuya, me dejo maravillar tanto tiempo como quiero por tus ojos y puedo verte dormir en mi pecho y por fin encontramos paz.

Pero la canción acaba y ese pequeño paraíso junto a ella. Y vuelves a verte encerrada en esa misma habitación, en esa misma oscuridad.

En esos segundos, los justos en que vuelves a la realidad antes de buscar otra dosis, casi no te da tiempo a pensar en la tremenda gilipollez que estás haciendo.

Hasta que llega la sobredosis y no hay vuelta atrás. Llega el vacío, cuando la ensoñación, antes perfecta, pierde sentido. Cuando la realidad por fin muerde frenéticamente tu consciencia y tu edén marchita y muere.

Es en ese momento, en este, cuando inexplicablemente, vuelcas todo tu ser en un papel. Y aunque es poco lo que te queda, das incondicionalmente, como un viejo amante.

Lo realmente gracioso, es que siempre viene alguien y te dice que nunca podrás perder algo que jamás fue tuyo. Pero eso te la suda, porque lo sentiste como tuyo, como sientes ahora su pérdida.

Entonces llega la noche y te pierdes tú también, y eso está bien, porque a veces perderte es la mejor manera de encontrar aquello que buscas. Sí, sobretodo cuando sabes que lo que deseas encontrar no vendrá a buscarte por mucho que esperes sentada como el niño que pierde a su madre en las compras de navidad y, paciente, aguarda su llegada. Porque sabe que volverá.

No, en este caso has de buscarlo tú misma. Y debes ser valiente, y salir de la jaula. Aunque sea cómoda.

Me preguntaste una vez, porqué no temía a la muerte. Es fácil, te dije, la muerte es segura: todos tenemos un fin. Tarde o temprano, siempre nos acoge, es eso que llamamos inexorable. En cambio, la vida es dura, complicada e imprevisible. Por eso no le temo a la muerte, le temo a la vida, temo desperdiciarla. 

Y ahora que te has ido tan lejos, sólo puedo añorarte y rezar. Rezar por tu felicidad y por la mía.