Debo decirte, cielo, que es muy mala idea encerrarte con un gato para apalearle. Al principio huyen, con el pánico recorriéndoles, pero después atacan de forma letal a su enemigo.
¿No ves algo que no encaja aquí, amor mio? ¿Porqué huir si sabes que pueden acabar contigo? ¿No serás tú tal vez, el que tenga huir?
Tan sólo le he visto la cara una vez. Más oscura que ésta fosa, que es mi hogar. Más vacía que los ojos que dejé en tu memoria.
Empiezo a preguntarme, después de tanto tiempo ¿Quién ha ganado? Parecía tan obvio que tú serías el triunfador...
Pero no fue horrible, ¿sabes? No es lo peor a lo que me enfrentado. La miré de frente, con la cabeza bien alta y ninguna nos acobardamos ante la otra. Ella me tomó entre sus brazos gentilmente y yo apoyé mi cabeza en su regazo, dejándome mimar.
Hay miles de formas de ganar, tú, por ejemplo, tardaste apenas unos segundos en derrumbarme, todo pasó en un solo compás. ¿Y si te dijera, que ésto no acaba aquí?
Lloré desmedidamente, lamentándome de tan terrible perdida. Pero ella, con palabras cándidas susurró las breves palabras, el enigma que me ha llevado a dar el jaque mate.
¿Qué sera de ti, mi amor, cuando perezcas en nuestra batalla? Ya no habrá segundas oportunidades. Quizá, en el fondo, nunca las tuviste.
Y aquí estoy, inmóvil, perdida, surcando en algún mar de pesares y horrores. Tan cerca de ti como jamás he estado. Aplastando tu corazón contra tus costillas, haciendo flaquear tus piernas, oprimiendo tu garganta paulatinamente.
No lo llames justicia. ¿Qué podría hacer yo, pobre de mi, si ni tan siquiera puedo tocarte, si tan sumergida en las profundidades, no puedo exhalar un suspiro? ¿Qué peligro hay en mi?
Al final, la arena ha colmado el recipiente inferior y ya no queda tiempo. Extinguido, casi sin darte cuenta, llevándose con el tu último gemido aterrado. Ya no queda tiempo para huir.
"-¿Dónde está el gato?"
¿No ves algo que no encaja aquí, amor mio? ¿Porqué huir si sabes que pueden acabar contigo? ¿No serás tú tal vez, el que tenga huir?
Tan sólo le he visto la cara una vez. Más oscura que ésta fosa, que es mi hogar. Más vacía que los ojos que dejé en tu memoria.
Empiezo a preguntarme, después de tanto tiempo ¿Quién ha ganado? Parecía tan obvio que tú serías el triunfador...
Pero no fue horrible, ¿sabes? No es lo peor a lo que me enfrentado. La miré de frente, con la cabeza bien alta y ninguna nos acobardamos ante la otra. Ella me tomó entre sus brazos gentilmente y yo apoyé mi cabeza en su regazo, dejándome mimar.
Hay miles de formas de ganar, tú, por ejemplo, tardaste apenas unos segundos en derrumbarme, todo pasó en un solo compás. ¿Y si te dijera, que ésto no acaba aquí?
Lloré desmedidamente, lamentándome de tan terrible perdida. Pero ella, con palabras cándidas susurró las breves palabras, el enigma que me ha llevado a dar el jaque mate.
¿Qué sera de ti, mi amor, cuando perezcas en nuestra batalla? Ya no habrá segundas oportunidades. Quizá, en el fondo, nunca las tuviste.
Y aquí estoy, inmóvil, perdida, surcando en algún mar de pesares y horrores. Tan cerca de ti como jamás he estado. Aplastando tu corazón contra tus costillas, haciendo flaquear tus piernas, oprimiendo tu garganta paulatinamente.
No lo llames justicia. ¿Qué podría hacer yo, pobre de mi, si ni tan siquiera puedo tocarte, si tan sumergida en las profundidades, no puedo exhalar un suspiro? ¿Qué peligro hay en mi?
Al final, la arena ha colmado el recipiente inferior y ya no queda tiempo. Extinguido, casi sin darte cuenta, llevándose con el tu último gemido aterrado. Ya no queda tiempo para huir.
"-¿Dónde está el gato?"
Ganar o perder, solo dos opciones.
ResponderEliminarAlgo caótico, pero me encanta, as always. ^^