"I think it's time to blow this scene get everybody and the stuff together.
Ok, 3, 2, 1, let's jam."


domingo, 28 de agosto de 2011

"The only real voyage of discovery consists not in seeking new landscapes, but in having new eyes"

/Pon play a Hear you me, de Jimmy Eat World/


Nos conocimos en un día lluvioso ¿Te acuerdas? Tú llevabas un abrigo rojo, largo hasta tus rodillas. Estabas sola en ese pequeño café, bebiendo chocolate en taza, leyendo mi libro favorito, sonriendo antes de pasar la página.

Y no sé cómo pasó, pero al cabo de cinco minutos, estábamos riéndonos juntas, sinceramente, no recuerdo por qué. Hablamos sobre tantas cosas ése día, pequeña, que a veces me sorprendía de lo rápido que pasaban las cosas a tu lado, de un modo tan fácil.

Siempre corrías, a todas partes, arrastrándome de la manga hasta allí donde tus pies difícilmente descansaban.

Por que ése siempre fue tu sueño, correr lejos hasta la otra parte del mundo, vivir, sentir, tocar con las manos una tierra desconocida. Y yo aun ahora quisiera podértelo dar.

Nunca soltaste una lágrima, nunca te quejaste de ese horrible monstruo que te destruía por dentro. Nunca. Ni un sollozo. Jamás perdías tu sonrisa. Eso supuse.

Recorríamos la ciudad, de noche y de día, tú con tus pies cada vez más cansados, tanto, que un día llegué a casa contigo a cuestas. Hasta que no pudimos correr juntas. Estabas rodeada de blanco y tubos estúpidos, ésos tubos estúpidos que te mantenían junto a mi, que lloraba cada noche en tu regazo inmóvil.

Y finalmente, te separaste de mi. Para siempre. Ese monstruo horrible hizo que tuvieras que irte sin poder despedirte. Y aun que no pueda tenerte a mi lado, sé que aún puedo hacer algo por ti, ahora que eres libre y ese ser no te perseguía día y noche.

Por eso, no corras ahora, vuela. Vuela por cielos estrellados, sobre prados y lagos, sobre el mar. Recoge todo lo que puedas, cada olor, cada mirada. Atesora cada recuerdo y guárdalo para mi. Por que cuando vuelva junto a ti, querré saberlo todo.

Por eso, ve más allá de las colinas, y cuéntame de qué color es el cielo, si las manzanas son rojas y si huele igual el arroyo. Cuéntame si es allí la lluvia algo triste, o si como para nosotras, es algo maravilloso.

Vuela, pequeña, vuela, y vuelve para contarme si allí hay también personas por las que vale la pena llorar.

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