"En mi jaula aprendí, las ganas de dejar la tentación, pero no a poder descansar."
La desazón de no ser quien esperabas,
de no poder cumplir tus promesas,
de perder aquello que amas.
No ser y nunca poder cambiarlo.
No ser e igualmente seguir,
por un camino indeseado.
Existir puramente por desidia,
no reconocer ni tu sombra.
Y la única esperanza, otro día.
Retorcer la deliciosa agonía,
fruto de batallas redentoras.
Tan sabias y aun así, perdidas.
Dejadme, pues, ser pasto del rocío,
que me moje la lluvia, que me lleve el viento,
que arda junto al fuego y que me cale el frío.
Permitidme ser la ciudad perdida,
un astro errante, la hermosa luna.
Permitidme vivir otra vida.
A cambio, yo os regalo mi calma,
mi amor, mi felicidad y mi fortuna.
A cambio, os regalo hasta mi alma.
Pero que mi sol y mis estrellas,
no partan otra vez de mi lado.
Que me sean devueltas cada una de ellas.
Y si no me es concedido este deseo,
que se ahogue mi ser en la espiral infinita.
Y que de mí no quede ni el más triste recuerdo.
La desazón de no ser quien esperabas,
de no poder cumplir tus promesas,
de perder aquello que amas.
No ser y nunca poder cambiarlo.
No ser e igualmente seguir,
por un camino indeseado.
Existir puramente por desidia,
no reconocer ni tu sombra.
Y la única esperanza, otro día.
Retorcer la deliciosa agonía,
fruto de batallas redentoras.
Tan sabias y aun así, perdidas.
Dejadme, pues, ser pasto del rocío,
que me moje la lluvia, que me lleve el viento,
que arda junto al fuego y que me cale el frío.
Permitidme ser la ciudad perdida,
un astro errante, la hermosa luna.
Permitidme vivir otra vida.
A cambio, yo os regalo mi calma,
mi amor, mi felicidad y mi fortuna.
A cambio, os regalo hasta mi alma.
Pero que mi sol y mis estrellas,
no partan otra vez de mi lado.
Que me sean devueltas cada una de ellas.
Y si no me es concedido este deseo,
que se ahogue mi ser en la espiral infinita.
Y que de mí no quede ni el más triste recuerdo.
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