con miserias, sin seguro
estrellándote cada vez
con esta vida del revés.
Miraste ése mar en calma,
sin tragedias de por banda.
Sonreíste como una zorra,
drogada y sin ropa.
Provocaste mil temores,
mil tragedias, mil amores.
Destrozaste vidas enteras,
fuiste motivo de algunas guerras.
Y te marchaste sin prisas,
entre sabanas y camisas
de desgraciados que te abrieron
algo más que el mundo entero.
Pero tú no puedes hacer nada,
es tu naturaleza aquí quien manda.
Naciste para herir,
y nunca te lo pude decir.
Mátame, pequeña puta.
Clava el cuchillo y disfruta,
que esta será la ultima vez
que me verás por ti caer.
Rompe y quema nuestra casa,
fóllame y átame en la cama.
Así lo ultimo que veré
será tu hermosa piel arder.
Has paseado por un millón de bares,
te has hecho dueña de esos lugares,
tan sucios y tan llenos,
de mentiras y de miedos.
Pero, como siempre, ya nada queda,
se han ido tus piernas y tu melena.
Se queda tu gracia y mi pena
entre la oscuridad de la luna nueva.
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